El arroz salvaje no es un arroz en realidad, es una gramínea acuática. La planta suele crecer en las zonas poco profundas de pantanos, lagos y ríos en Canadá y la zona norte de Estados Unidos.
En nuestro país el arroz salvaje no es muy conocido aunque cada vez más chef y sibaritas de la cocina se están animando a usarlo. Es alto en aminoácidos, rico en fibra, fósforo, magnesio, hierro, potasio, cinc, cobre y vitaminas del grupo B.
Ofrece un alto contenido en proteínas, esto, y su alto contenido en fibra, hacen que el arroz salvaje esté muy indicado en dietas para perder peso. Es un arroz que aporta saciedad después de haberlo consumido.
Entre sus beneficios destacan: combatir el estreñimiento, ayudar a la pérdida de peso, ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares y ayudar a controlar la azucar y prevenir la diabetes.
Necesita más tiempo de cocción, ya que es un grano más duro, el cual requiere más agua. Es aconsejable dejar el arroz salvaje en remojo unas horas antes de ser cocinado.
En la cocina se combina con otros arroces, setas, verduras, frutos secos, salsas de soja, mostaza o curry. Este arroz también se puede preparar frito, obteniendo una textura crujiente y sabor muy particular.