Los garbanzos contienen fibra, potasio, vitamina C y vitamina B-6. Todo ello, ayuda a la salud de nuestro corazón, ya que reduce la cantidad de colesterol en la sangre, disminuyendo así el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Debido a su alto contenido en fibra, también nos ayudan con la digestión de los alimentos.
Los garbanzos se pueden consumir tanto en invierno como en verano. Se pueden usar en potajes, caldos e incluso ensaladas frías de legumbres.